viernes, 7 de junio de 2019

Barro y expresión plástica

El taller se desarrolló, con el alumnado de  primer curso de Técnico Superior en Educación Infantil, en el módulo de Expresión y Comunicación. Como objetivo nos planteamos una doble intencionalidad, por una parte tener conocimiento de cómo se desarrolla los trabajos de volumen en la infancia, y por otra pero no menos importante, desarrollar la vivencia con el barro, como proceso de desarrollo de su propia expresión y manipulación, para poder realizar los ajustes necesarios en el desarrollo de su función docente en un futuro próximo. 

Foto SSC

El taller forma parte de las unidades temáticas de Expresión Plástica, trabajamos el volumen, a partir de la Arcilla, aprovechando las instalaciones y con la colaboración de Jesús Vázquez, profesor de Bachillerado de Artes Plásticas que nos ayudó  en la realización del mismo. La experiencia resultó muy enriquecedora y gratificante para todas las personas participantes. 

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La infancia es una etapa muy importante para el desarrollo y aprendizaje de habilidades mediante el barro, ayudan a mejorar la habilidad motriz de los más pequeños y las más pequeñas. Coger y mover los dedos, independientemente del movimiento de los brazos, son las principales funciones motrices que nos permiten este tipo de materiales 


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La materia mas idónea para trabajar el volumen en la infancia es el barro. Su maleabilidad y fácil manejo nos puede producir ya en si mismo un placer sensorial. El barro se trabaja haciendo pinza con los dedos y añadiendo pellizcos, estando en todo momento concentrados en cada acción. El trabajo con los niños y niñas debe estar bien planificado, teniendo en cuenta que debemos preparar previamente muy bien la clase con plásticos para cubrir las mesas, utilizar pulverizador o bien mojarnos las manos para humedecer la arcilla, etc. 

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Para finalizar podemos destacar los aspectos favorecen el trabajo con el barro: 
- Estimula la psicomotricidad 
- Aumenta la capacidad de concentración. 
- Incrementa la relajación 
- Puede facilitar el proceso de lectoescritura
- Aumento de la satisfacción personal y sensorial. 
- Puede fomentar la creatividad 



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 “Siembra en los niños buenas ideas, aunque no las entiendan... Los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”  (María Montessori).

Francisco Javier Méndez
Profesor de Servicios a la Comunidad.